Este es el nombre de esta serie de piezas de gran belleza y funcionalidad.
Están tejidas con sedal japonés de alta resistencia, a ganchillo, y llevan ensartadas piezas de cristal, arcilla polimérica, piedras semipreciosas, perlas, madera, pedrería antigua y piel.
En cuatro tonos: azules, rojos, malvas y verdes, todos los collares de esta serie constan de once elementos diferentes -que se repinten siete veces hasta hacer un total de setenta y siete piezas por collar- tejidos hasta formar una pieza única. Se puede lucir como collar de una o dos vueltas y también como pulsera. No pesan, no dan alergia, si se caen no se rompen y se pueden mojar...
Versatilidad, elegancia y originalidad en un elemeno de adorno personal singular que, además, tiene una característica muy atractiva: el hilo de sedal sobre la piel no se ve lo que produce la sensación de que la pedrería se halla suspendida como por arte de magia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Haznos llegar tus opiniones, comentarios o sugerencias.