jueves, 3 de noviembre de 2011

JOSE RAMON ALBA. Exposición de bitografías. DIGITAL COMMONS



 "...yo digo que hago "bitografía" ¿por qué? porque en realidad juego con los bits para producir las imagenes, más que fotografías, aunque estas sean digamos el boceto, el trabajo posterior es a traves de ceros y unos. xilografía, pirografía, fotografía... y bitografía. creo que nadie utiliza el término pero.."

Que la curiosidad os mueva, que las calles os lleven y que las imágenes os encuentren. No perdáis esta oportunidad de contemplar la singularidad de un proceso creativo único, preñado de belleza y lleno de búsqueda. 
En boca del propio autor:


 MI OBRA ES LO QUE QUEDA DESPUÉS DE LA FOTOGRAFÍA


"Poco en mi obra es claro y contundente, nítido, decisivo. La imprecisión, el desenfoque, el ruido, el velo...no son sino una alusión a la duda, al sigilo, a la prudencia que mantengo en la búsqueda sobre lo que construyo: el engaño de lo experimentado. Porque todo está expuesto a una dialéctica que modifica lo aparente la obra no puede ser clara y ninguna imagen puede arrogarse el derecho a la nitidez. En todo caso mejor es desdramatizar la sombra y abrazar lo simbólico, huir de lo real. Un camino que, al fin, impide que lo diáfano obstaculice la imaginación.

Quizá por ello lo que ofrezco es lo que queda después de la fotografía, una latencia, la interpretación de una verdad imaginada. Porque toda imagen guarda dentro sensaciones y crece de lo representativo a lo conceptual.

En todo caso no quiero hacer ningún ejercicio de memoria sino de emoción, de estética. No busco captar para conservar sino para interpretar, para modificar.  El retrodigitalismo, el pictorialismo digital, la poligrafía binaria me interesan como camino de expresión. Trato de devolver al acto de la fotografía ese carácter mágico que, de algún modo, se ha desatendido con la masificación de la tecnología. Quizá por ello me gusta bucear a menudo en sus orígenes y buscar un ambiente retrodigital. Tal y como entonces se investigaba en procesos y formatos hoy me interesa recuperar ese espíritu y volcarlo a una posible interpretación postanalógica. Por eso no comparto demasiado la posfotografia como concepto, porque no creo que haya ninguna diferencia metafísica en el proceso. La vieja fotografía es la nueva fotografía y la actitud ante ella, si la convierte en otra cosa, es porque una nueva posición modifica la visión.

Y llego a ver lo que veo porque lo busco. Y lo veo de ese modo porque en esa búsqueda hay algo que la orienta. Llego al objeto con una especie de brújula formada por pensamientos y conceptos que me dirigen a apreciar la realidad desde una óptica predeterminada. Del mismo modo que elijo un destino determinado por unas necesidades concretas, por unos deseos, por unas pautas aprendidas... veo las cosas de un modo concreto porque mis ojos están determinados. Supongo pues que mi obra parte de una visión filosófica de lo fotografiado. Por eso no termina con la reproducción de lo captado sino que debe ser deglutido y transformado en una especie de pábulo intelectual.

No solo es pues el acto de la captación sino de la relación establecida a través de unos códigos binarios que intervienen entre nosotros. En realidad no veo lo que fotografío sino que estoy viendo la latencia que acumula. Hoy dia cuando todo es fotografiado y fotografiable lo que a mi realmente me interesa es la posibilidad que dan las tecnologías para establecer un diálogo abierto con la imagen captada. En algunas ocasiones esa conversación me lleva por caminos ocultos, me conduce con argumentos desconocidos, por espacios desconocidos. Como en la vida, estar abiertos, apearse de los sólidos principios, permite descubrir. En todo este proceso de creación la búsqueda es lo que enriquece.

Por ello lo que me mueve es sustituir ese intervalo esperanzador que existía en el mundo analógico entre el disparo y la visión de lo captado por el gozo que me produce ese diálogo tecnológico. Frente a la velocidad con la que podemos visualizar la imagen captada está la ilusión que me produce la relación que puedo entablar con ella cuando, frente a frente, nos sentamos ante este “distribuidor de códigos” que representa la tecnología. Es una forma de mantener el sentido poético de la fotografía. Porque, en realidad, tras la imagen obtenida siempre hay otra latente esperando a ser descubierta. Esta es la verdadera misión simbólica que permanece detrás de la tecnología. Porque toda tecnología esta soportada y soporta un pilar metafísico. El caso es aprovecharlo hasta el fondo o quedarte en la anécdota de la mecánica. No deja de ser este nuevo laboratorio un lugar para la transmutación de la imagen. Por tanto, la toma y la evidencia que supone contiene una imagen escondida que es la que me interesa. Hay veces que el diálogo supera mi  expectativa, ¿nuestra expectativa podría decir? Otras me decepciona y decepciono. No hay nada nuevo. Cualquiera de estas obras es el resultado de un proceso de esperanza y deseo que no por la velocidad y la inmediatez de la primera toma pierde toda su magia. La ilusión de la búsqueda, de lo imaginado tras la primera impresión es lo que me llama.

La imagen digital supone además una latencia infinita que puede mantener a perpetuidad esa expectativa, que mantiene vivo el deseo. Porque incluso una vez “terminada” la imagen, una vez que hemos finalizado el proceso, incluso una vez que hemos decidido, si así lo hacemos, pasarla a formato papel, esa imagen esta tan viva que puede reclamarnos nuevos diálogos. Y son posibles. ¿por qué impedirlos? La seducción se mantiene viva, continuamente, interminablemente. Por lo que me pregunto una vez más cuál es la obra. Joan Fontcuberta nos diría “en todo caso, pues, la obra es el proceso en sí y las imágenes resultantes, meros accidentes”

Mi obra es lo que queda después de la fotografía, decía al principio. ¿cómo denominarla? En todo caso ya no es fotografía aunque haya nacido de los mismos principios de la toma. Quizá bitografía"

José Ramón Alba

2 comentarios:

  1. Muchas felicidades!!! Y mil suerte. Lo que daría por estar ahí...

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  2. Uno de los 'jóvenes artistas' aragoneses más globales en la actualidad. Un abrazo, Javiruli

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