miércoles, 14 de marzo de 2012

Luz para la música

En una población cercana a Graus que que se llama Aler, unos músicos y buenos amigos han acondicionado un espacio para poder tocar sin molestar ni ser molestados. Me han pedido que me encargue de la realización de las lámparas de dicho local. He aquí el resultado: cuatro bases de fibra vegetal a los que he añadido unas espirales de arcilla polimérica translúcida con sobreimpresión de partituras musicales. la elección de la arcilla translúcida es para que las figuras no queden a contraluz en el momento en el que estén encendidas las lámparas.
Para completar el cuadro, y que hubiese un número impar de elementos, he hecho un móvil con las mismas espirales que para las lámparas más hojas de arce de Montpellier, piezas de terracotta y abalorios de madera.
El móvil está situado en el centro del estudio, entre las lámparas, y complementa el estatismo de éstas con su movimiento sutil y constante ya que su poco peso lo hace sensible al mínimo movimiento del aire. La idea es que los elementos tangibles reproduzcan el juego del fluir de la música: sonidos y silencios se contraponen y complementan.


Detalle de las espirales. Lámpara apagada.

Detalle de las espirales. Lámpara encendida.

La calidez de las fibras vegetales.

Hilos sutilísimos que se hacen invisibles para el ojo. El anudado de las piezas costó casi más que la realización de las mismas.

La horizontalidad de las fibras armoniza con los pentagramas de las espirales. Las espirales, en su mayor parte, están intencionadamente dirigidas hacia arriba para dar a las lámparas un movimiento visual ascendente.

Los móviles ayudan a la concentración.

Los móviles también relajan.

1 comentario:

  1. ooooooooohhhhhhhhh! apagadas son bonitas, pero encendidas ya son la monda! Enhorabuena una vez mas por iluminarnos con tus obras. Besito!

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