Slowshopping

El movimiento Slow es una corriente cultural que promueve calmar las actividades humanas. El movimiento Slow propone tomar el control del tiempo, más que someterse a su tiranía, esto se consigue dando prioridad a las actividades que redundan en el desarrollo de las personas, encontrando un equilibrio entre la utilización de la tecnología orientada al ahorro del tiempo y tomándose el tiempo necesario para disfrutar de actividades como dar un paseo o compartir una comida con otras personas. Los ponentes de este movimiento creen que, aunque la tecnología puede acelerar el trabajo, así como la producción y distribución de comida y otras actividades humanas, las cosas más importantes de la vida no deberían acelerarse.

De la misma manera que, siguiendo esta corriente, existen el movimiento Slowfood  y el Cittaslow EL TALLER DE FELI preconiza el slowshopping. No es nada nuevo, de hecho es el estilo, la filosofía que impregna la actividad del pequeño comercio, del taller artesanal. Estas son algunas de las ventajas (según Gabriel Olamendi) que el usuario encuentra al realizar sus compras en un pequeño establecimiento:

•   la proximidad, la accesibilidad que ofrece al cliente
• el trato personalizado que presta al consumidor
• el cliente sabe que se le considera individualmente y no como integrante de una masa anónima
• trato más relajado y humano
• ámplio conocimiento, por parte del vendedor, de las mercancías que expone
• el cliente no se siente abandonado en un mar de estantes, como en una gran superficie, a la búsqueda desesperada de un dependiente al que pedir información sobre su compra

Tomátelo con calma y ven a visitarnos.